¡Hola a todos!

Me llamo Stefana, tengo 35 años y curso mi segundo trimestre en la UOC. Aunque soy diestra, opté por realizar mi autorretrato usando la mano izquierda, lo que representó un desafío, pero disfruté todo el proceso. Para ello, me tomé una fotografía que empleé como guía y, a partir de ella, dibujé con la mano izquierda. En la intervención de la mancha, decidí utilizar carboncillo para resaltar el sombreado, la tonalidad y los rasgos del rostro. Me esforcé al máximo, considerando el largo tiempo que había pasado sin dibujar.

Un saludo.

Volver a dibujar fue todo un aprendizaje. Intentar copiar la técnica de un artista histórico me hizo darme cuenta de lo importante que son las líneas y cómo se aplican. Elegí la taza porque es un objeto del día a día que parece fácil de dibujar, pero cuando te fijas bien, tiene muchos reflejos, sombras y su forma cilíndrica hace que la perspectiva sea clave. Luego, decidí dibujar el mar al atardecer porque es un paisaje que me transmite mucha calma. La puesta de sol crea un juego de luces y sombras increíble, y quería probar cómo se pueden representar esos contrastes entre el cielo y el agua. En este paisaje, la línea es algo súper simple, pero lo que realmente importa es captar la luz, la textura y el contraste, más que solo dibujar lo que ves.